El Charro Negro


Un jinete ataviado con vestimenta charra y sobre un caballo más negro que la noche, ha sido visto por los campos de Anáhuac. Lo han observado confundido entre las sombras, cabalgando silenciosos, imponente y misterioso, dejando a su paso el espanto o el asombro de quien han tenido el infortunio de mirarlo.

No existe un relato que nos lleve a su origen o que nos expliqué el porqué de sus momentáneas incursiones en nuestro mundo; pero anda por ahí, a veces agresivo y “echando el caballo encima”. Otras veces, como un ser silencioso y melancólico, pero de presencia siempre terrible por ser un emisario del más allá.

Se ha visto también solo un caballo, otras veces se le ha observado con familia; una enlutada mujer que lleva a una niño desnudo y apretado contra su pecho: Mas su intimidante visión ha hecho pensar a la gente que se trata de una anima en pena; o de un demonio que solo busca aterrorizar las almas.

En algunos estados de la república mexicana existen relatos sobre las apariciones fantasmagóricas del charro negro, en la que la gente cuenta que en las noches de luna llena, por los caminos rurales se aparece este personaje de cara cadavérica montado sobre un majestuoso caballo negro pero con ojos rojos que hacen temblar a cualquiera. El charro negro elige a alguna persona que se encuentre en su camino para ofrecer una bolsa llena, al parecer, de monedas de oro, que muchos por el miedo a este jinete, rechazan por el temor a condenarse al infierno o de donde el charro negro venga.

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